GEROCULTOR/A :

 
 
 
 
 

Las tareas que realiza el auxiliar de geriatría en un centro de atención a personas en situación de dependencia son, en líneas generales, las siguientes:

Levantar residentes de la cama.

Realizar la higiene personal de los residentes (duchas, lavado de residentes encamados, afeitado e higiene bucal).

Vestir a los residentes.

Llevar a los residentes a zonas comunes o realizar las movilizaciones pautadas por el fisioterapeuta.

Recepcionar la comida, montar comedores y dar de comer a los residentes que lo necesiten.

Hacer camas, recoger la ropa sucia y llevarla a la lavandería y sacar la basura de la habitación.

Repartir y organizar en los armarios la ropa de los residentes.

Participar en terapias con residentes (talleres programados, por ejemplo de pintura o manualidades)

Acostar a los residentes.

Realizar cambios posturales y cambios de pañal.

Aplicar enemas.

Registrar incidencias ocurridas durante la jornada de trabajo

Se trabaja a turnos (mañana, tarde y noche). Existen diversos modelos organizativos en cuanto a la distribución y duración de los turnos.

 

Aspectos ergonómicos:

El puesto de auxiliar de geriatría implica tareas con una carga física alta. Los principales aspectos a destacar son que se realizan continuas movilizaciones manuales de residentes y hay que permanecer de pie durante toda la jornada laboral. Además de esto, los problemas de tipo ergonómico más destacados son los siguientes:

 

Posturas de trabajo:

 

En habitaciones con espacio reducido, la tarea de hacer las camas es espacialmente molesta porque obliga a realizar posturas inadecuadas, especialmente cuando la cama se encuentra contra la pared.

Debido a la falta de espacio libre en algunas habitaciones, se dificulta el desplazamiento de manera adecuada de grúas, sillas de ruedas y sillas de ducha.

Algunas camas se encuentran muy bajas o la barra de protección hace de obstáculo y genera posturas de flexión de cuello, tronco y brazos.

Movilización de residentes. Suele darse una elevada frecuencia de movilizaciones manuales, lo cual implica un riesgo elevado. Algunos aspectos a destacar son:

En ocasiones, la cantidad de los elementos de ayuda a la movilización (grúas, sillas de ducha, etc) no es adecuada para las necesidades de la residencia.

Los lugares destinados al almacenamiento de estos elementos (grúas, sillas de ducha, etc) se encuentran muy lejos de las habitaciones de los residentes.

Un factor de riesgo adicional durante una movilización manual es cuando el residente no colabora u ofrece resistencia.

La temperatura e iluminación no son adecuadas ya que suelen estar adaptadas a los residentes y no a los trabajadores.

Muchas tareas de atención al residente son repetitivas y han de realizarse a un ritmo elevado (cambios de pañal, afeitado, etc)

Los auxiliares manifiestan continuas molestias o dolores corporales en todo el cuerpo, en especial en la espalda, manos, cuello y hombros.

 

Aspectos psicosociales:

El grupo de auxiliares es uno de los colectivos que manifiesta estar expuesto a un mayor número de factores de riesgo psicosocial. Estos riesgos tienen que ver, fundamentalmente, con altas exigencias psicológicas, pocas oportunidades para el desarrollo de las habilidades y conocimientos personales, inseguridad en el trabajo y falta de estima. A todo ello se añade, en este colectivo formado mayoritariamente por mujeres, la doble presencia en el trabajo y en el ámbito familiar. Algunas situaciones que se han detectado de manera frecuente son:

En ocasiones, la organización del trabajo se hace dificultosa debido a problemas como los siguientes:

Combinación de atención programada con numerosos imprevistos. Los imprevistos no suelen tener margen en la planificación de las tareas.

Los trabajadores perciben dificultades de reorganización cuando se producen situaciones de baja.

Dificultad de concentración: numerosas interrupciones.

En su relación diaria con los residentes y con los familiares, se ven obligadas en ocasiones a esconder sus sentimientos y emociones, lo que les puede producir un importante desgaste emocional.

Los trabajadores perciben presión externa: manifiestan situaciones de tensión con los familiares asociados a la justificación de la atención recibida y a los canales de comunicación existentes. En ocasiones pueden darse situaciones de violencia verbal o física por parte de algunos residentes, lo cual causa situaciones de estrés y tensión (tanto más cuanto que a menudo estas situaciones resultan imprevisibles).

 

Aspectos ergonómicos:

Evitar permanecer de pie de manera estática durante largos períodos de tiempo. Para ello se recomienda organizar el tiempo de trabajo, de manera que las tareas de registro de incidencias, que se pueden realizar sentado, se realicen de manera escalonada durante la jornada laboral. De esta manera se evita la acumulación de tiempo en postura de pie y se reduce la sobrecarga en los miembros inferiores. La organización del trabajo ha de evitar también que se permanezca durante mucho tiempo en la misma postura o realizando movimientos repetitivos.

El acceso a los elementos almacenados ha de resultar fácil, requerir poco esfuerzo y no provocar posturas forzadas de brazos, tronco o cuello. Se recomienda facilitar el alcance a los estantes y armarios. El objetivo es reducir al máximo el alcance a los estantes más bajos y más altos. Para ello se recomienda que la altura del estante superior esté como máximo de 178 cm del suelo. También es importante colocar el material según la frecuencia de uso: lo más frecuente en los estantes centrales y lo menos usado en los estantes superiores e inferiores. Además de la frecuencia, otro criterio de clasificación que hay que considerar es el peso y el tamaño: los elementos pesados y/o voluminosos es preferible que se ubiquen en los estantes centrales o, en todo caso, en los inferiores. Hay que evitar siempre que elementos pesados o grandes estén en los estantes superiores.

Es recomendable que la tarea de hacer las camas se realice en grupos de 2 auxiliares ya que se optimiza el tiempo de la tarea y se reducen las posturas forzadas.

Se recomienda proporcionar camas regulables en altura para facilitar la movilización del residente al subirlo, durante un cambio postural o de pañal o al vestirlo sobre la cama. Para las camas que disponen de barras de protección, éstas deben ser de fácil extracción.

Se recomienda que las habitaciones sean lo suficientemente amplias y sin obstáculos para facilitar el desplazamiento y giro de grúas y sillas de ruedas o para mover la cama cuando una tarea lo requiera.

Se recomienda proporcionar suficientes elementos de ayuda en la movilización que favorezcan tareas como levantar, transferir, cambiar pañal, etc., que reduzcan el esfuerzo físico del trabajador. (Consultar las fichas sobre "Equipos para la movilización manual de personas") . Además, es recomendable que el lugar destinado al almacenamiento de estos elementos se encuentre en una zona que no represente grandes desplazamientos para favorecer su utilización y disminuir los recorridos del trabajador. Para las residencias con múltiples plantas se recomienda disponer de un lugar de almacenamiento en cada una de ellas.

Se recomienda proporcionar carros adecuados para transportar la ropa teniendo en cuenta las siguientes consideraciones:

Los carros empujados no deben superar la altura de 140 cm, para no impedir la visión del camino.

Si superan 1 metro de anchura o 1,3 metros de longitud, no pueden girar adecuadamente en las curvas de algunos pasillos.

La altura deseable de los estantes debe estar entre 51 y 114 cm. Evitar alturas inferiores a 36 cm o superiores a 125 cm. Estas alturas están condicionadas además por la altura de la carga.

Plan de formación a los trabajadores, incidiendo en:

Formación sobre el uso y regulación de camas regulables en altura para ajustarla en función de las tareas. Buenos hábitos posturales en la atención a residentes.

Formación continuada para la movilización manual de personas y utilización de elementos de ayuda para las movilizaciones (grúas, bipedestador, tablas de transferencia, etc)

Usar los elementos (escaleras, taburetes, etc.) para facilitar el alcance a armarios y estanterías.

Atención a residentes con enfermedades mentales.

Actividades para fomentar el trabajo en equipo.

Con respecto a la transferencia o levantamiento de residentes se recomienda consultar las fichas de movilización de personas

 

Aspectos psicosociales:

Es aconsejable dedicar tiempo a la planificación de las tareas con el fin de que el ritmo sea adecuado, se reduzcan los picos de trabajo y se evite el cansancio físico y mental. Algunas posibles medidas son las siguientes:

Establecer objetivos de trabajo claros y señalar prioridades en las tareas.

Realizar reuniones periódicas del equipo de trabajo para planificar las tareas, repartir el trabajo y resolver incidencias.

Establecer canales eficientes de comunicación entre los trabajadores de los diferentes turnos.

Disponer de personal de guardia para resolver imprevistos mientras se realizan las tareas programadas, de manera que éstas no se vean interrumpidas.

Garantizar una distribución equitativa de residentes a cada auxiliar para evitar sobrecargas de trabajo e inconformidades entre el personal.

Se recomienda invertir tiempo en diseñar políticas de información y comunicación a trabajadores que hagan que éstos tengan la información necesaria para hacer bien su trabajo y respecto a los cambios que puedan afectar a su futuro.

Se recomienda disponer de personal flotante que pueda ayudar a descargar los picos de trabajo y cubrir las tareas en los períodos de bajas.

Promocionar la autonomía de los trabajadores en la realización de las tareas, por ejemplo, potenciando la participación efectiva en la toma de decisiones relacionadas con los métodos de trabajo, el orden de las tareas, la asignación de tareas, el ritmo, la cantidad de trabajo, etc.; acercando tanto como sea posible la ejecución al diseño de las tareas ya la planificación de todas las dimensiones del trabajo

Formar al personal en técnicas de afrontamiento del estrés emocional y establecer protocolos de atención a residentes y familiares que permitan manejar las situaciones conflictivas o de tensión. Otras medidas concretas que pueden ayudar a afrontar las exigencias emocionales del trabajo son las siguientes:

Establecer protocolos de atención a residentes y familiares que permitan manejar las situaciones conflictivas o de tensión.

Elaborar documentos de información para residentes y familiares sobre los cuidados y tratamientos que se realizan. Estos documentos pueden ser tanto de tipo genérico (para entregar en el ingreso) como continuados o ante situaciones específicas (por ejemplo un cambio de tratamiento).

Proporcionar información a los familiares sobre el procedimiento a seguir cuando se desea realizar alguna sugerencia o reclamación.

Se recomienda proporcionar un lugar de descanso adecuado para el trabajador. Es importante que el descanso no se realice en la zona de trabajo, sino que sea en una dependencia lo más aislada posible de la misma, insonorizada y con unos servicios adecuados: áreas para comer, locales de descanso, etc con el fin de asegurar el bienestar y una buena realización del trabajo.

 

 

 

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