FISIOTERAPEUTA

 


 
 
Las tareas que realiza un fisioterapeuta en un centro de atención a personas en situación de dependencia son, en líneas generales, las siguientes:
 

Movilización de encamados en las habitaciones.

Realizar tratamientos y actividades rehabilitadoras en el gimnasio (masajes circulatorios, ejercicios asistidos, etc.).

Participar en reuniones multiprofesionales para discutir el estado y progreso del residente.

Coordinar y supervisar tratamientos que proporcionan las auxiliares.

Asesorar a los profesionales del centro que lo necesiten sobre pautas de movilizaciones y tratamientos propios de su especialidad.

Tareas de oficina:

Revisar y registrar incidencias en la historia clínica.

Realizar informes.

Aspectos ergonómicos:

Se han detectado problemas relacionados con el mobiliario, el equipamiento, la disposición del puesto de trabajo y la ubicación de los elementos. Algunos ejemplos que se dan con frecuencia son los siguientes:

 

Falta de espacio en la mesa de trabajo para disponer de todo el material necesario. En muchos casos no se dispone de ala auxiliar.

Silla con prestaciones inadecuadas (respaldo demasiado bajo, ausencia de reposabrazos, etc.).

Obstáculos debajo de la mesa que dificultan los alcances y provocan posturas forzadas.

Estantes muy altos en los armarios o elementos muy pesados almacenados en alturas inadecuadas.

En determinados momentos del día la iluminación en los gimnasios es excesiva lo cual produce deslumbramientos.

Existen camillas que no son regulables en altura ni están adaptadas a la tarea lo que genera posturas de flexión de cuello, tronco y brazos.

Existen taburetes que no son regulables en altura lo cual dificulta su utilización durante tratamientos a residentes en la camilla o en silla de ruedas.

Para los tratamientos en zonas específicas (brazos, piernas, pies, etc.) suelen faltar elementos de apoyo, debiendo sostener el miembro el propio trabajador. Esto limita la efectividad de la intervención a la vez que incrementa la fuerza ejercida y provoca posturas forzadas.

Hay gimnasios en los que el no se dispone del equipo adecuado para mejorar la colaboración del residente durante su ejercicio (por ejemplo una espaldera, para reducir el esfuerzo que realiza el trabajador)

Hay algunos suelos con poca adherencia que pueden producir caídas, especialmente en rampas.

 

Aspectos psicosociales:

El colectivo de técnicos es uno de los colectivos que parece menos expuesto a factores de riesgo psicosociales. Los problemas más prevalentes están relacionados con la inseguridad en el trabajo, la falta de estima y la doble presencia. Algunos ejemplos de riesgos psicosociales específicos relacionados con el puesto del fisioterapeuta son los siguientes:

Algunos trabajadores manifiestan que el ritmo de trabajo es elevado, habiendo poco tiempo para atender a todos los residentes.

De las relaciones con residentes, familiares y compañeros pueden derivarse, en ocasiones, los siguientes aspectos problemáticos:

Las tareas del fisioterapeuta no son bien comprendidas por residentes y familiares (e incluso por otros profesionales). Esto provoca que esta figura profesional se vea frecuentemente aislada.

Las características preventivas y rehabilitadoras de las funciones del fisioterapeuta hacen que los efectos de su intervención no se vean inmediatamente. Por ello suele en los residentes darse una elevada tasa de absentismo y abandono de los tratamientos. Esto puede provocar una desmotivación en el trabajador, además de situaciones de sobrecarga y estrés por el hecho de tener que buscar continuamente a los residentes.

En algunas residencias, los gimnasios se encuentran aislados de las zonas comunes por lo que el fisioterapeuta debe realizar largos desplazamientos buscando residentes para llevarlos al gimnasio.

 

Aspectos ergonómicos:

 

Adquirir camillas regulables en altura para facilitar los tratamientos a usuarios tumbados. Las características básicas de una buena camilla son las siguientes:

Regulable en altura (preferible la regulación eléctrica). El rango de regulación en altura recomendado debe estar aproximadamente entre 50 y 95 cm.

Cabezal regulable en inclinación. Se aconseja algún sistema hidráulico por manivela o similar. Se desaconseja la regulación mediante cremallera dentada.

4 Ruedas con freno.

Dimensiones del lecho: mínimas 190 x 70 cm

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Adquirir taburetes regulables en altura para facilitar los tratamientos a usuarios tumbados. Las características principales que se recomiendan para los taburetes son las siguientes:

Asiento redondo acolchado.

Base con 5 ruedas.

Regulable en altura (La altura del asiento debe ser regulable, preferiblemente entre 42 y 53 cm. El ajuste puede realizarse mediante pistón de gas o muelles. El accionamiento del mecanismo de ajuste debe ser accesible al usuario desde la posición sentada).

Respaldo (opcional, solo si el taburete va a usarse con mucha frecuencia).

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Los soportes para partes del cuerpo son muy útiles para actuar sobre un miembro del residente (brazos, piernas) sin necesidad de que el trabajador lo sostenga. Se aconseja que sean de altura regulable, orientables, acolchados, de base estable y con ruedas.

Las características de los elementos presentes en el gimnasio o sala de rehabilitación (camillas de masaje, aparatos de fisioterapia, etc.) tienen una importancia esencial para el buen desempeño del trabajo. Para estos equipos, las recomendaciones básicas son las siguientes:

Facilidad de transporte: los equipos han de ser lo más ligeros posible, de forma que puedan cambiarse de ubicación sin esfuerzo. Se recomienda en general que dispongan de ruedas con freno.

Regulación: para camas, camillas, etc es muy importante que existan el mayor número de regulaciones posibles. La esencial es el ajuste de la altura del plano de trabajo. Las regulaciones han de ser accesibles, fáciles de usar y requerir poca fuerza (se recomiendan las eléctricas con mando a distancia).

Seguridad: los elementos móviles no han de provocar atrapamientos o golpes.

Las ventanas deben disponer de dispositivos (cortinas, persianas o similares) que permitan regular la luz exterior.

La superficie de las vías de transporte ha de ser uniforme, antideslizante y estar libre de obstáculos. Para ello se pueden emplear pinturas y recubrimientos con un coeficiente de fricción alto, pero que no influyan en la resistencia al rodamiento de sillas de ruedas o camillas. Otra medida complementaria es el empleo de calzado con suela antideslizante.

Aunque las tareas de oficina son poco frecuentes, es recomendable que el equipamiento y los elementos (silla, mesa, ordenador, condiciones ambientales, disposición del puesto, elementos de almacenaje, etc.) sean adecuados. En la ficha "Mobiliario y equipamiento de oficina" puede consultarse información detallada sobre estos aspectos.

Aspectos psicosociales:

Para fomentar la seguridad y la estima de los profesionales se recomienda:

Fomentar el apoyo mutuo y el trabajo en equipo entre los profesionales

Apoyo de los superiores a través de la relación directa y del apoyo instrumental: apostar por el reconocimiento del trabajo como política de gestión de personal. Ello implica diseñar procedimientos para el reconocimiento del trabajo de forma regular.

Educar a los directivos en el papel fundamental que pueden desempeñar para mejorar la estima de los profesionales, a través de medidas de apoyo y refuerzo.

Para los aspectos más específicos se recomienda:

Si se da el caso, se recomienda reducir el aislamiento del fisioterapeuta y de las instalaciones que gestiona:

Disponer de personal de apoyo que le ayude al fisioterapeuta a llevar residentes al gimnasio o a supervisar los que se encuentran allí.

Incentivar a los residentes a desplazarse al gimnasio por sus propios medios o con ayuda de otro residente, ofreciéndoles señales visuales que le indiquen el camino, la forma de usar los ascensores y la ubicación de las dependencias en cada planta.

Es aconsejable ubicar el gimnasio lo más cerca posible a las zonas comunes

Se recomienda que todo el equipo multidisciplinar conozca y apoye las tareas que lleva a cabo el fisioterapeuta. Algunas medidas al respecto pueden ser:

Realizar reuniones de formación para explicar las funciones del fisioterapeuta y como el resto de profesionales pueden coordinarse con él.

Participación del fisioterapeuta en las reuniones multidisciplinares en las que se asigne de manera conjunta el tratamiento global que va a recibir un usuario desde las diversas áreas (médica, de enfermería, de fisioterapia, etc.),

Se recomienda fomentar, tanto a residentes como a familiares, la importancia del tratamiento rehabilitador que ofrece el fisioterapeuta. Para ello pueden darse:

charlas específicas,

información al ingreso del residente o cuando se vaya a iniciar un tratamiento,

carteles informativos, etc.

Prestar atención a la distribución de las tareas que han de realizarse, de forma que se reduzcan los picos de trabajo. Para ello se recomienda organizar periódicamente los tratamientos y ejercicios que realizarán los residentes para planificar las tareas, repartir el trabajo y resolver incidencias.