QUEMADURAS
Son lesiones de la piel y otros tejidos provocadas por diferentes causas como el calor, la electricidad, productos químicos.
Se clasifican en:
- Quemaduras de primer grado: la piel está enrojecida (eritema).
- Quemaduras de segundo, grado: la parte interior de la piel (dermis) se quema, formándose ampollas (flictena) llenas de un líquido claro.
- Quemaduras de tercer grado: la piel está carbonizada y los músculos, vasos y huesos pueden estar afectados
La gravedad de las quemaduras depende de:
- Su extensión.
- Localización
- Suciedad o no de la misma
- Fragilidad del quemado
Tratamiento
- La primera acción a realizar es suprimir la causa que produce la quemadura, procediendo, fundamentalmente a apagar las llamas, desconectar la corriente o eliminar los productos químicos.
- Mantener los signos vitales, haciendo frente a los síntomas de asfixia por la posible inhalación de humos.
- Examinar el cuerpo de la persona accidentada, comprobando si se han producido hemorragias para tratar en primer lugar la lesión más grave.
- Aplicar agua en abundancia en la quemadura para enfriarla y reducir el dolor, quitando ropas, joyas y todo aquello que mantenga el calor, salvo que se encuentren adheridos a la piel. Si aparecen temblores, tapar a la persona herida con una manta.
- Cubrir la lesión con un vendaje flojo y húmedo, poniendo al herido en posición lateral si sus lesiones lo permiten para evitar la obstrucción de las vías respiratorias.
- Tratar la quemadura solamente con agua sin aplicar otro tipo de sustancias que puedan ensuciar, infectar o encubrir la herida.
- Evitar darle a la persona accidentada líquidos o sólidos por vía oral para evitar la posible aparición de vómitos que compliquen más la situación.