QUEMADURAS

 
 
 

Son lesiones de la piel y otros tejidos provocadas por diferentes causas como el calor, la electricidad, productos químicos.

 
 

Se clasifican en:

 
  1. Quemaduras de primer grado: la piel está enrojecida (eritema).
  2. Quemaduras de segundo, grado: la parte interior de la piel (dermis) se quema, formándose ampollas (flictena) llenas de un líquido claro.
  3. Quemaduras de tercer grado: la piel está carbonizada y los músculos, vasos y huesos pueden estar afectados
 

La gravedad de las quemaduras depende de:

 
  1. Su extensión.
  2. Localización
  3. Suciedad o no de la misma
  4. Fragilidad del quemado
 

Tratamiento

 
  1. La primera acción a realizar es suprimir la causa que produce la quemadura, procediendo, fundamentalmente a apagar las llamas, desconectar la corriente o eliminar los productos químicos.
  2. Mantener los signos vitales, haciendo frente a los síntomas de asfixia por la posible inhalación de humos.
  3. Examinar el cuerpo de la persona accidentada, comprobando si se han producido hemorragias para tratar en primer lugar la lesión más grave.
  4. Aplicar agua en abundancia en la quemadura para enfriarla y reducir el dolor, quitando ropas, joyas y todo aquello que mantenga el calor, salvo que se encuentren adheridos a la piel. Si aparecen temblores, tapar a la persona herida con una manta.
  5. Cubrir la lesión con un vendaje flojo y húmedo, poniendo al herido en posición lateral si sus lesiones lo permiten para evitar la obstrucción de las vías respiratorias.
  6. Tratar la quemadura solamente con agua sin aplicar otro tipo de sustancias que puedan ensuciar, infectar o encubrir la herida.
  7. Evitar darle a la persona accidentada líquidos o sólidos por vía oral para evitar la posible aparición de vómitos que compliquen más la situación.