Hoy en día el ordenador portátil es un equipo muy habitual entre las personas trabajadoras que tienen que desplazarse a menudo o tratan de conciliar su vida personal y laboral, por ejemplo, haciendo parte de su trabajo a casa.

El mundo laboral actual requiere que los trabajadores y trabajadoras puedan dar respuestas más rápidas en su labor y esto sólo se puede conseguir con la ayuda de las nuevas tecnologías. Desde este punto de vista, los ordenadores portátiles facilitan el trabajo, pero también conllevan unos riesgos para la salud que conviene conocer y prevenir.

Factores de riesgo que conlleva el uso de ordenadores portátiles

Riesgos derivados de la exposición a posturas forzadas

Fatiga visual

Riesgos derivados de entornos de trabajo inadecuados y de la exposición a movimientos repetitivos

Riesgos derivados de la sobrecarga muscular en transportar el equipo

En comparación con los ordenadores convencionales o de mesa, los ordenadores portátiles suponen a menudo la adición de ciertos factores de riesgo, como:

La improvisación del puesto de trabajo, ya sea en una oficina externa, un hotel, o medios de transporte como aviones, trenes o autobuses, lo que puede dificultar la adopción de posturas de trabajo cómodos o correctas.

El diseño integrado de la pantalla y el teclado en los ordenadores portátiles no permite ajustar de forma conveniente y ergonómica la distancia del usuario entre el teclado y la pantalla. Esto obliga al usuario a adoptar posturas forzadas de cuello y cabeza.

La integración del ratón en el ordenador y el diseño del teclado, con teclas más juntas y pequeñas, obliga a hacer el trabajo con más movimientos en posturas forzadas de la mano y la muñeca.

El hecho de cargar y transportar el equipo de trabajo durante el desplazamiento de un lugar a otro incide en una sobrecarga muscular localizada.
 

Permanecer mucho tiempo sentado en una postura estática utilizando el ordenador portátil hace que se adopten posturas forzadas, sobre todo del tronco, el cuello y las extremidades superiores. Para reducir las posturas forzadas y la desviación articular:

Ajustar la altura de la silla de forma que puedas mantener los antebrazos flexionados hasta 90 º y apoyados sobre la mesa, sin despegar los hombros. Si no hay mesa, apoya el ordenador sobre el maletín u otro objeto similar.

Mantén la espalda correctamente apoyada en el respaldo de la silla. Las piernas deben formar un ángulo de 90 º. También debes mantener apoyados los pies y las piernas para facilitar el apoyo lumbar en el asiento y evitar compresiones en las piernas.

Coloca el portátil de manera que dispongas de espacio para apoyar las muñecas. Trabaja con las muñecas en posición neutra, es decir, sin forzar lateralmente o vertical.

Utiliza un reposa-muñecas para eliminar tensiones musculares y evita la flexión o extensión de la muñeca.

Sede en posición frontal respecto de la pantalla. En las tareas que requieran alternar la visualización de la pantalla con la lectura frecuente de documentos impresos, apoya estos documentos en un soporte entre el teclado y la pantalla (por ejemplo, en un atril) o en la misma pantalla (con una pinza o grapa) que permita ubicarlos en los inglés visuales-o de giro y / o flexión del cuello-que no impliquen posturas o movimientos forzados.

Haz descansos frecuentes  con ejercicios físicos posturales. Resultan más eficaces las pausas cortas y frecuentes (de entre 5 y 8 minutos por cada hora, o hora y media), que las pausas largas y espaciadas. Acompaña las pausas de estiramientos.

Un entorno con una iluminación o contraste inadecuados origina deslumbramientos y reflejos en la pantalla. Además, para evitar estos reflejos a menudo adoptan posturas forzadas y restringidas. Para controlar la fatiga visual:

Haz pausas breves pero frecuentes(de 20 segundos cada 20 minutos aproximadamente).

Ten en cuenta que:

El bostezo y el parpadeo ayudan a mantener los ojos lubricados.
Relaja la vista mirando lugares alejados, ya que el cambio de enfoque ayuda a relajar los músculos oculares.
El palpeig disminuye la tensión ocular, por eso cubre los ojos con las manos y respira profundamente.
La superficie de vidrio de la mayoría de pantallas hace que muy frecuentemente generen reflejos.